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dia, por el despecho de aquellos que no saben de tu ilusión de volar porque siempre fueron sapos, ni de tu ensoñación de rosas, porque sólo creen en las ro– sas carnales del rosal en primavera, -pobres almas sin primavera-. Sufrirás por la imbecilidad ,porque el mundo está lleno de majaderos, en expresión bíblica. Sufrirás por la hipocresía y la insinceridad... No hagas caso del mundo. Llena tu deber con hombría. Y después... ofrece tus penas a Cristo, que Te amó y sufrió por tí. Tu dolor irá con la palpitación estremecida de un be– so a posarse en el cáliz del dolor de Jesús, para ser efi– cacia apostólica sobre los pecados y anhelos del mundo. He aquí la lección de "Rosario lírico". ¿ Has comprendido? -Sí, he aprendido a bendecir a Dios, desde el destino actual que El ha querido para mí. No me digas más. Lo he visto en el gesto de tus pupilas, perdidas en la inmensidad azul: "Padre nuestro, ,que estás en los cielos ... " 56