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Ya está María en el Paraíso, en cuerpo y alma, por el milagro de su Asunción. Es la Reina del cielo y de la tierra por títulos innumerables, casi excesivos. De inteligencia y de Corazón, un Corazón lleno que re– basa las mayúsculas humanas para ser solo parecido al Corazón de Dios. Es Reina también por otros títulos inefables: la belleza, la poesía, el .mar... Porque es hermosa, "la toda hermosa", y, no obstante, domina al mar con el hechizo y la castidad de su gesto... Es la Rosa mística -perfil desnudo de la rosa-. Cuando la flor es más perfecta, más se parece a Ella. Por eso no es la azucena. Ni siquiera el corazón del lirio sería digno de la bondad de su pecho. Azucenas y lirios le salen al paso para besar sus pies fervorosos ... Las rosas se han hecho por Ellá... Todas las ro'sas... Las rosas vegetales y las de mi "Rosario lírico". Es la estrella de la mañana. La primera en el mar. La que no apagan nunca los labios angélicos de la brisa en el mundo recién nacido de la luz... Avemaría a la Reina de las estrellas y de las rosas. Estrellas buenas y rosas altas... Ya está el escenario de la coronación. En torno las alas plenas de los ángeles, asombrados de gozo: Reina ele los ángeles. 121