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cias del cristianismo. Dicen que los poderes del mal vieron presagios en las estrellas. Se ve que tenían cierta comunicación con el diablo, enemigo de la luz. Y mcvieron el gesto con preocupación. No cabe duda: vieron que las estrellas traían un mensaje de verdad. Y temieron porque vivían de la mentira. Santiago pasó por Galicia y se quedó en Galicia. Y su mensaje luminoso iba a acabar de una vez con todas las supersticiones. El crucero del monte es sencillo. No 16 hizo un artista consagrado. Lo amasó un creyente y lo colocó sobre la cima, en la roca más alta para que lo vieran bien al pasar. Nadie sabe quien fué el primero que rezó la primera plegaria ante el mi– lagroso Cristo. Tampoco se explican qué sería de los apóstoles que trajeron la devoción. Los archi 0 YOS enmudecen con las persecuciones. Y no queda rastro histórico para que el cronista reconstruya los hechos. :Mejor, así podemos escuchar a.las figuras. Las figuras despiertan de su largo sueño. Cris– to ha dado la voz de vida. Y se mueven por el es– cenario del crucero todos l@.s personajes. ¿Quén es esa mujer que se destaca del grupo y pide la palabra? -Preguntaréis quién soy. Lo sabía. Me co- 94