BCCCAP00000000000000000000735

Si no bastan los ejemplos, me declaro desilu– sionado. Pero, si amas al Señor, ¿para qué más pruebas? Cristo llegó a tal punto de olvido de sí mismo y de amor al prójimo que le dió todo lo que tenía: su verdad, su palabra, su vida. En cada mañana puedes acercarte a la Mesa de su amor con los labios llenos de su Sangre, be– bida de goce celeste y de fortaleza perdurable.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz