BCCCAP00000000000000000000735

Francisco y a los que tras él quieren penetrar el mis– terio de la Cruz. Pero tal vez este abrazo, acá abajo, necesite pre– viamente la purificación de estigmas angélicos. Para la procesión interminable de pecadores que caminamos medrosa y esforzadamente llevando adelante frente a todo nuestra esperanza, este crucero del abrazo es casi seguro que no ha de aparecernos más que a las puer– tas mismas del Reino de los Cielos. FR. JOSE, Obispo de Tuy - Vigo