BCCCAP00000000000000000000734

Unidos hasta la muerte "Y Sara, a su vez, dijo: ___:__Ten compasión de nosotros, Señor, ten compasión. Que los clos juntos vi– vamos felices hasta nuestra vejez". (Tob. 8, 10). Precioso remate el que puso la esposa a la oración del esposo. Una oración en diálogo. Cada vez son más los esposos que oran y dialogan en su alcoba. Los que no se conforman con tener un cruc:ifijo, regalo de la boda, colgado de la cabecera de la cama, sino en vivir plenamente su fe, su espiritualidad matrimonial, pues el matrimonio es un puente que conduce al Qielo. Los movi– mientos apostólicos matrimoniales han enseñado a muchos a des– cubrir esa faceta real, sacramental, de su matrimonio. Si alguna vez pensasen en buscar unos patronos que no fuesen los de siem– pre, ¿no podrían ser Sara y Tobías? Porque María y José están fuera de toda comparación y competencia. Lo cierto es que Sara oró suplicando vivir felices hasta la ve– jez. Sé de un matrimonio, donde ella, a la vista de tantas viudas, pide a Dios cada noche no quedar viuda. El marido, con su deje de gracia, comenta: -Hasta ahora lo ha conseguido. Pero a él tam– poco le gustaría quedarse viudo. Sara fue muchó más realista, pi– c1ió ser feliz hasta la vejez. Es decÍl', conseguir esas dos cosas tan importantes: una vida larga y una vida feliz. En la vejez el amor debe tener otro sabor especial. Quizá los jóvenes piensen que a esas alturas y a esos carcamales es impo– sible amar. La vida les enseñadi. lo equivocados aue están. Una– muno, un autor muy leído por los jóvenes, deeía- una frase que hoy no asusta a nadie: "Cmuulo jóvenes ponemos la mano en la de la amada y nos encalabrinamos. Cuando viejos no sentimos nada. Pero si le cortasen la pie1·na a ella sería como si nos la cortasen a nosotros mismos". Amarse e3 la capa:cidad de etnve– jecer juntos. Benavente, en sus "Rosas de Otoño", una comedia donde se plantea este problema, dice: "Los amores fáciles y alegres que sólo conocen la ilusión y el deseo, ven deshojarse todas sus flores en una breve primavera; pero para el amor de los esposos, para los amores fieles y sanos que saben esperar, son :nuestras flores, fio- 78

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz