BCCCAP00000000000000000000734

La ceremonia "Tomó Ragüel la mano derecha de su hija y la puso en la de Tobías, diciendo: -El Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob esté con vosotros. Que él os una y os colme de su bendición. Y en una hoja se hizo el acta de matrimonio. Después hicieron el banquete de bodas, bendicien– do a Dios". (Tob. 7, 15-17). Al leer esto nos imaginamos asistir a una boda moderna. Y nos estamos viendo en compañía de los novios firmando, como testigos, su misma acta matrimonial. Tengamos en cuenta que el libro de Tobías fue escrito, muy pro– bablemente, dos siglos antes de Cristo. Cuando la sociedad judía, en sus ritos, estaba muy desarrollada. Tengamos en c11enta que en mu– chas cosas los cristianos somos tributarios de los judíos. Pero es igual. El matrimonio, con esos ritos o sin ellos, es el mis– mo siempre. El matrimonio ha sido, por así decirlo, el último acto de Dios creador. Luego El se retiró a "descansar" porque había de– jado sobre el mundo unos seres hechos a su imagen y semejanza... Con esa chispa de amor que es participación del propio amor de Dios. Con esa fecundidad que es inherente a todo amor auténtico, que por sí mismo es difusivo y fecundo. Por lo tanto, dejó la labor de "hacer" a los hombres. Para que ellos constituyan familias, él imagen y semejanza de Dios que es una familia. El matrimonio, hoy como ayer, es un contrato entre un hombre y una mujer. Ellos son los ministros de este contrato, que entre cristianos es sacramento. El sacerdote es un representante de la Iglesia. Si por circ,unstancias especiales faltase el sacerdote se podría realizar de la misma manera el matrimonio. Pues lo esencial, in– sistimos, es el contrato mutuo de donación y aceptación, de los con– trayentes. Que son los ministros, los protagonistas de su propio ma– trimonio. Quizá alguno pueda preguntarse, y hay quienes se lo pregun– tan y muchos obran ligeramente según sus ideas inconsistentes ... : Si las cosas son así, ¿para qué necesitamos ritos? ¿No basta el mutuo consentimiento y ya está? La razón natural es muy sencilla. Los hombres no son islas. El 70

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz