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rían escribir cuentos· mejor que los hombres., porque se pasan el día tejiendo enredos y fabricando invenciones". 6.ª) EXCESO DE EGOISMO: "¡Para mí... para mí!, es su can– . tinela de siempre". "Mi mujer emplea demasiado tiempo en vestir– se, y no hay cita a la que no llegue retrasada". "Ella nunca se preo– cupa de mi comodidad... no le· importa sino la suyá'. 7.ª) DEMASIADAS ACTIV,IDADES FUERA DE CASA: "Clubs de costura, clubs de solitarios". "Están tan ocupadas hacien– do el bien afuera que no tienen tiempo de preocuparse de su mari– do e hijos". 8.ª) DEMASIADO MANDONAS: "Mi mujer manda en casa, me manda a mí, dice a las vecinas cómo han de portarse y ahora -¡Dios me ampare!- está tratando de gobernar el país... porque se pasa el día entero diciéndome lo que el Presid~nte debería hacer~•. "Las mujeres tratan de ·manejar los asuntos de sus maridos ade– más de los propios... y en ambos casos son un fracaso". 9.ª) DESCUIDO Y DESALIÑO DE SU PERSONA: Est~ punto provocó una tempestad de comentarios agudos. "Una vez que pes– can marido, se dejan engordar y se vuelven desaliñadas". "Mi es– posa ya no trata de ser atractiva". 10.ª) LA DECIMA FALTA DE LAS MUJERES: "Se inte1·esan demasiado en otrlos hombres". "Ponde,:r.a1n a los artistas de cine"... Conste que no todo fueron críticas; también hubo caballerosidad para admitir lo bueno: "Si todas las esp•osas son como la mía, 'las dedaro perfectas". "Mi mujer trabaja mucho; esa es su única fal– ta. Dios la bendiga". LAS DIEZ FALTAS DE LOS MARIDOS: J.ª) LA "SALIDA SOLO" excedió a todas las otras faltas masculihas mencionadas. Y es interesante r.dvertir que en una en– cuesta similar nevada a cabo hace diez años, sólo, unas pocas mu– jeres se quejaron de tal falta. 2.ª) CARENCJA DE SOLICITUD Y CONSIDERACION: "A medida que van envejeciendo, se vuelven menos galantes con sus esposas". "Van descuidándose en el vestir". "Parece que nunca pien– san en el trabajo que dan a su mujer cuando se limpian los zapatos o las manos "sucias con las toallas; entran a la casa CQill los pieS' em– barrados; dejan el periódico tirado en el suelo y no recogen su ro– pa'·. "Lo malo es que los maridos son descuidados respecto !'l. las co– sas pequeñas". 3.ª) EGOISMO: "Cuando están buenos y sanos quieren ser re– yes; cuando están enfermos· quieren que les consideren como ni– ñitos". "Mi marido llega tarde a comer, pero si yo me retraso algu- 49
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