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Y ese es el camino del divorcio interior, de "la soledad de dos en compañía". Cuando los esposos se proponen comprenderse y vencer el egoísmo, que es el peor enemigo del amor, el éxito es seguro. Y el amor crec:e en su vida y en su e/ntorno. Piensan los novios, el día de la boda, que han tocado techo en su bella historia de amor. Y es entonces cuando comienzan a aprender a amarse. Es– tán en el abecé del amor. Si logran, a fuerza de entrega, de com– prensión, de dolor -que es la salsa del amor- vencer los obs– táculos que se oponen a la fusión del alma, llegará el momento de que sean .ciertamente dos en uno; y que hagain patinar las ma– temáticas que dicen:: que uno más uno son dos, pero el amor clilce: Uno más uno, no es n,ada :n;:iás que uno; tú eres yo y yo soy tú. Maravillosa fórmula que tierlle füida una vida para poder reali,.. zarse. . Y ya que comencé con una leyenda quiero concluir con la le– yenda india sobre la creación de la mujer. Dios tomó la redondez de la luna y. la ondulación de la serpiente, el abrazo apretado de la planta trepadora y la soltura temblona del césped, la esbeltez del junco y la belleza de la rosa, la ligereza de la hoja volante y el bello terciopelo del albaricoque, el tierno mirar del corzo y la in– colnstancia del céfiro, las duloes lágrimas de la madre y el alboro– zo del rayo del sol; la timidez de la liebre y la pompa vanidosa del pavo real, la blandura del plumoncillo que adorna la gargan– ta de los pájaros y la dureza del diamante, la dulzura az11carada de la miel y· la crueldad del tigre, la frialdad de la nieve y el calor del fuego, el grito del arrendajo, del bello mono en el copete, y el arrullo de la tórtola enternecida... De las rocas la fortaleza y de la gota la constancia. Amó todas esas c,osas, las niveló maravillo– samente y formó la mujer. Y la mujer salic". grávida y seductora y haciéndola Dios, contemplándola, la halló más bella que el füis y que la gacela, y orgulloso de su obra la admiró y de ella hizo presente al hombre". Todos esos primores entraron en la composición de la mujer. Por eso la mujer, es, a veces tan complicada. 47