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I NOTA PASTORAL (San Mateo 5, 1-12a). Las bienaventuranzas, núcleo del núcleo (Sermón del Monte) del cristianismo y exposición de los motivos y características de la dicha cristana, ayudan a entender lo que en el matrimonio hay de modo concreto de vivir el cristianismo, y de fuente de dicha (cfr. Tob. 7, 15, 8, 10; Sir. 26, 1; 1 Ped. 3, 9; Ap. 19, 9). Los motivos de esta no son simplemente las virtudes pasivas (cfr. sobre todo vv. 6, 7, 9). Las c,aracterísticas de esa dicha se entienden mejor por contra– posición (cfr. Mt. 5, 32, 34, 39, 44) a las dichas que se ofrecían en el Antiguo Testamento como signo de la bendición de Dios (cfr. Dt. 28, 1-14; Sir. 25, 7-11). Jesús, siguiendo la línea iniciada por al– gunos salmos tardíos (cfr. Sal. 11, 7; 24, 3-4; 34, 19; 126, 5) ofre– ce, en vez de aquellos bienes materiales, bienes interiores, resumi– dos y como incluídos en el "Reino de los Cielos", con el cual se abren y cierran las bienaventuranzas. La felicidad prometida se deriva de la presencia y actividad de Cristo (cfr. Mt. 11, 6); tiene carácter escatológico, pues aunque mira al más allá se está comen– zando a realizar ya aquí (cfr. Mt. 13, 16); y es una felicidad para– dójica, pues no se experimenta sensiblemente ni equi;ale a una resignación impotente ante la dureza de la vida, sino que es comu– nicada por Cristo a los que le- siguen con fe, a pesar de las des– gracias presentes. 188