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Los preámbulos de la boda "Yo, Juan, oí en el cielo como un gran ruído de muchedumbre inmensa que decía: -Aleluya. La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios. Y salió una voz del trono que decía: -Alabad a nuestro Dios todos sus siervos y los que le teméis, pequeños y grandes". (Ap. 19, 1, 2). Con el Apocalipsis llegamos al final de la revelación oficial de Dios a los hombres. Nos habla, el Apocalipsis, más del cielo que de la tierra. Para San Juan se le abrió muchas veces el cielo en la isla de Patmos, donde estaba desterrado, y le fue anunciado lo que su– cedería al final de los tiempos. Ese final que esperamos contemplar desde el cielo, po¡rque moriremos mucho antes de qw,, llegue. Y la muerte será el final para nosotros en la tierra. Ese cielo es descrito, frecuentemente, como un banquete de bo– das. Como unas bodas mismas. Todo, metáforas para significar el "summum" de la alegría. San Juan lo describe todo como las bodas que él vio en la tierra, en su país. Comenzaban c,on la procesión nupcial donde novio y novia, cada uno por su parte, iban al mutuo encuentro. Ambos acompañados por sus amigos que cantaban y ex– presaban su alegría sin cesar. Podemos decir que nosotros estamos en camino hacia esas bo– das eternas. Estamos acompañando a Cristo hacia la pattria celes– tial. Debemos mostrar nuestra alegría aquí abajo porque "no es bue– no que el siervo, el amigo de Dios se manifieste triste". La alegría debe ser el reflejo de la esperanza cierta que llevamos dentro. "Alabad a nuestro Dios todos sus siervoi;:", Sigue teniendo vi– gencia aquello del catecismo de "que fuimos criados para servirle y alabarle en este mundo y luego gozade en el otro". San Pablo, dice, también, que fuímos elegidos para "alabanza de la gloria de su gracia" (Ef. 1, 6). Si es que estamos en camino hacia ese gozo eter– no simbolizado en unas bodas, debemos marchar con alegría y to– das las cosas deben ser motivo ge alegría para nosotros. Y todas las criaturas deben ser motivo, para nosotros, de alabanza a Dios. El mundo es el pentagrama donde nosotros debemos poner las notas. 178

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