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Dios es amor "Queridos hermanos: Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha cono– cido a Dios, porque Dios es Amor". (I Jo. 4, 7-8). Ya llegó en su justo contexto la maravillosa frase de que "Dios es Amor", que tantas veces hemos citado. San Juan, el apóstlol y evangelista, que más habló del amor de Dios, que tuvo reclinada su cabeza sobre el corazón de Cristo, le descubrió el misterio. Mejor, le fue révelado. Porque tuvo que ser el mismo Dios el que dijese quien era El. Desde siempre el hombre quiso desentrañar la íntima esencia de la divinidad. Fa:inosa es aquella anécdota que se cuenta de un filósofo griego, a quien un reyezuelo de la Magna Greda pidió que le definiese quién era Dios. El filósofo pidió un día para pefnsarlo. Al ponerse el sol fue hacia palacio, solicitó audiencia. El rey se sentó en su trono esperando saber quién era Dios. Pero el filósofo le rogó que le concediese dos días para pensarlo. Al final de ellos, la misma historia. Y solicitó una semana más. Al concluir la semana, pensando que no podría demorar más una respuesta so pena de que el rey pensase que se burlaba de él, le djo sencillamente: "Dios es inefable". Es decir, indefinible. En el Antiguo Testamento la voz de Dios resonó en el desierto del Sinaí, donde tanto han resonado en nuestro tiempo los cañones, para decir qon solemn¡idad de trueno: "Yo soy el que soy". El tem– blor se apoderó de los israelitas cuando oyeron el retumbar del true– no y el chasquido del rayo en las cumbres del Sinaí. Y el nombre de Dios era el impronunciable. Hasta que Dios mismo se hizo hombre, vino a la tierra y nos dijo sencillamente que Dios era nuestro Padre. Es el atributo de Dios que más nos llega al corazón. Porque el Padre para nosotros es el símbolo del amor grande, sacrificado. El amor en el que pode– mos apoyarnos siempre, y al que siempre podemos volver. Un atri– buto divino. Pero no la definición de Dios. Por eso El tuvo que revelarla en esta frase bíblica que nos trans– cribe hoy Juan en su carta: "Dios es Amor". Lo cual es decirlo to- 170