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1 La . . conc1enc1a "Hijos míos; no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y según verdad. En esto conocemos que somos de la verdad, y tranquilizaremos nuestra conciencia ante El, en caso de que nos condene nues– tra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra con– ciencia y conoce todo. Queridos,' si la conciencia no nos condena, tene– mos plena confianza ante Dios y cuanto pidamos lo recibiremos de El, porque guardamos sus mandamien– tos y hacemos lo que le agrada". (I Jo. 3, 18-22). Recuerdo una '.lnécdota insignificante pero que puede ser signifi– cativa. Habiendo tenido necesidad de hacer "autostop", me encontré con un matrimonio muy simpático que viajaba en un seiscientos. Al poco tiempo, la esposa, que· sin duda tenía un problema de moral aleteándole en la conciencia, me preguntó: "Y de eso de los hijos, ¿qué dice la Iglesia?" Antes de responder, el esposo, que acaso te– nía miedo de mi respuesta, y había leído los periódicos, dijo: "Eso lo ha dejado la Iglesia a la conciencia de los esposos". He aquí una vérdad cogida por los pelos. Quizá del titular de al– gún periódico. Pues me pude dar cuenta que era por donde se ha– bían enterado. Traté de explicarme. No sé qué sacarían en limpio. Pero yo sí saqué en limpio de aquella anécdota y de otras muchas, la vieja verdad de que la concencia se estira como la goma. Ahora se invoca mucho a la conciencia. "Yo tengo mi conciencia". "Yo me he formado mi conciencia". Y algunas veces es una con– ciencia deformada. Invocando la conciencia, que en el fondo del al– ma se queda tan panc;ha, porque ya está acostumbrada, se cometen mil barbaridades. De la simple· lectura de la primera carta de _San Juan, y sin me– ternos en honduras teológicas, se deduce claramente que la regla última de una recta conciencia es Dios mismo. Y ese Dios ha manifes– tado su voluntad al hombre por los mandamientos. Una conciencia que no se ajuste a esos mandamientos no es una buena conciencia. La buena conciencia está sobre la ley porque la presupone. Pero cuando la conciencia es algo subjetivo, cuando prescinde de todas J62