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VIII NOTA PASTORAL (Jeremías 31, 31-32 a, 33-34 a). El matrimonio es un contrato o alianza, en que los esposos se di– cen lo que Dios y su pueblo se decían en la fórmula de alianza: Tú serás mi Dios y yo seré tu pueblo (v. 33 e; cfr. Dt. 26, 17-19). A esa alianza del Sinaí, fijada en contratos escritos ha sucedido una nueva alianza, cuyos deberes están escritos en el corazón (v. 33 b). El recíproco amor no será ya obra de la 1etra, sino de~ nuevo espíritu que Dios infunde (Ez. 36, 26), que nos hace libres, pues si nos sujetamos a un contrato escrito no es por temor legal, sino porque nos hemos hecho esclavos uno de otro por amor (Gal. 5, 13; cfr. Gen. 29, 20). En este amor mutuo entregado, y no en el cpntrato legal, radi– ca la seguridad y alegría de la alianza• matrimonial. 97