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74 in Spiritu Dei Nostri» (73). «?aenitemini, ut de– leantur peccata vestra» (74). La justicia no es ,el manto o la capa de Cristo que cubre (la corrupción, la mácula, el pecado, como enseñan los protestantes; es ,la destruc– ción completa del pecado que viene totalmente perdonado. Por esto dice el Concilio Tridentino: «Si alguno niega que el pecado original se per– dona mediante la gracia de Nuestro Señor Jesu– cristo conferida en el bautismo o también afir– ma· que no se quita todo ,cuanto constituye la verdadera y propia esencia del pecado, y sostie– ne .q,ue viene como cubierto y no imputado, sea anatema» (75). Lo que se dice del bautismo se repite para la verdadera penitencia. Además la justificación contiene un elemento positivo. El pecado es la muerte del alma; por la justificación el hombre resucita a un nuevo estado, renace, se renueva... Pice San Pablo a los ;Romanos: «Ubi abundavit delictum, super– abundavit gra1tia; ut sicut regnavit peccatum in mortero, ita et gratia regnet per iustitiam in vi– tam aeternam, per J. C. D.N.» (76). «;Renovami– ni spiritu mentis vestrae, et induite novum ho– minem... » (77). «Nolite mentiri invicem, expo– liantes vos veterem hominem cum actibus suis et induentes novum eum qui renovatur in agni- ('713) I Cor., VI, 11. (74) Act., liX, 2. (76) sess., V, can. 5; Denz. U, 792. (76i) V, 20-21. (77) Eph., 1N, 2,3 sq.