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71 E?ÍLOGO I. La gracia nos hace participantes de la divina naturaleza.-Se verific,a una regeneración mediante 1a gracia. Tenemos Ia s:lmejanza del ser divino por u::ia part-icipación limitada, real y analógic,a. Es una cualidad inherent,e al '!',Jma del justo, per modum habitus, que lo hace deiforme, consorte de la divina naturareza. II. Hace hi1us adoptivos de Dios. Por la grada recibimos la ,adopción de hijos de Dios, y éste es nuestro Padre celesti-:1,l en el orden sobrenatural. Filii Dei nomiwamur et sumus. Debemos considerar "8sta gr.an dignidad de .t.ijos, de Di-os. LII. Hermanos en Cristo. Es u:na consecuencia necesari-a. Jesús es nuestro hermano mayor. El por generación eterna jel Pa,dre, nosotros por reg,ener,ación temporal de la gracia. INVOCACIONES Y AFECTOS ¡Oh Señor! ¡Cómo m:i has e,levado a una digni– dad tan eminente, no obstante mis pecados, mis vi– ~ios, mis negras ingratitudes... ! Con humildad e1e– -,r.aré mis ojos al cielo y exclamaré con afecto filial: ?adre nuestro, que estái en los cielos ... PROPÓSITOS Procuraré vivir s&.gún la dignidad a la cual estoy elevado por la misericordia de Dios. La nobleza obliga.