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70 obras dignas del Padre celestial; santificad siem– pre su santo nombre: Pater, sanctificetur nomen tuum ... III. LA GRACIA HABITUAL NOS HACE HERMANOS DE JESÚS Por consecuencia necesaria la adopción divina que nos eleva al consorcio d-e la divina natura– leza, haciéndonos hijos de Dios, nos hace tam– bién hermanos en Jesucristo. Jes:ús, aparecten– do a María Magdalena después de la ;Resurrec– ción, le dijo: «Vade autem ad frat11es meos, et die eis: Ascendo ad Patrem meum, et Patrem vestrum, Deum meum et Deum vestrum» (66). San ;?ablo dice que Jesús no se avergüenza della– mar hermanos a los que ya ha santificado (67). Jesús es primogenitus in muUis fratribus (68). Jesús es nuestro hermano mayor que tiene cui– dado de nosotros. A Santa Margarita de Corto– na decía -el Señor: «Tú eras mi esclava por tus pecados; pero ahora eres mi hermana por tu estado de gracia.» Jesús es el Hijo mayor natu– ral del Padre, nosotros los hijos menores adopti– vos uor la gracia que procede del ?adre por Je– sucristo. (66) Ioann., XX, O.IT ,. (671) Hebr., II. U. (6 1 8) Rom., VIII. 29.