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65 Entre los romanos también fué practi<cada la adopción y tenía tanta fuerza que hasta ,el más extraño ,entrruba a heredar el trono, como Tra– jano, que, siendo español, entró a heredar el Im– perio romano de un monarca ron:ano, sólo por :i:ue le adoptó por hijo. Igualmente ,era recono– ~M.a la adopción ,en otns pueblos antiguos con variantes respecto a los efectos testamentarios. La adopción se aplica también a la teología ~atóUca. Puede tener ur.. sentido ülso y verda– iero respecto a Jesucristo :y a los fieles. Error de los adopcioni3tas.-;La l:istoria de la :g:esia refl:ere que- Elipando, arzobispo de Tol-edo, , ?élix, obispo de Urgel (m. 818), defendieron el idopcionismo en Cristo. Defendían que Jesu– risto por su naturaleza divina era hijo de Dios, ,e!.'o que por su naturale;z;a humana, era sola– aente hijo adoptivo de Dios. Esta doctrina fué ondenada por rla Iglesia, la ,cua1 sostiene que Je– ucristo es Hijo natural de Dios. La P,ersona de ,es1wristo es ,e,l Verbo de Pios Encarnado. .Adopción divina por la gracia,,-Por la gracia mti:ficante todos los fieles somos hijos adopti– o.s de Dios. Esta adopción puede aplicarse al ombre individualmente y también a todo un ueblo, como habla San J;>aiblo a los romanos en l ,capítulo IX dre su Eipís:;ola. Existen diferencias notables entr,e la adopción lvina y humana. a) La adopción h-i:mana gene– tlmente se hace por indigencia del adoptado y 5