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50 otros estamos llenos ,en El. In ipso habitat omnis plenitudo divinitatis corporaliter; et estis in illo repleti _(35). ¿Quién puede contar las gracias que Dios nos concede -en _todos los órdenes de la vi– da? Gracias temporales, espirituales, interiores y exteriores; -de creación, de• conservación, de re– dención, de vocación, d-e educación cristiana y sana; de providencia divina, de preservación. Gracias para el cuerpo, para el alma, para la mente, para e 1 l corazón, para la voluntad... ¿Qué otra cosa podía haber hecho por su viña que no la haya hecho? {36). «Quid retribuam Pomino pro omnibus quae r-etribuit mihi?» (37), 3. Universalidad de la gracia.- Como ,e 1 sol sa1e, alumbra, calienta y vivifica a toda la tie– rra, sin que por eso pi,eDda su fuerza; así Dios dis– tribuye los rayos de sus misericordias divinas sobre todas las criaturas racionales, las ilumina, las calienta, las vivifica en orden a la gracia. Dios concede las gracias ,a todos. a) Indistintamente.~Los protestantes res– tringen Bl valor de la r-edención. Los calvinistas y jansenistas admiten la condenación ante prae– visa merita, y, por tanto, una masa necesaria– mente damnata. Esta doctrina -es contra la vo– luntad salvífica de Dios, que quiere que todos los hombres se salven y llBguen al qonocimient-o de la. verdad. Cristo ,es •el mediador universal de (,315) Col., I, 9,l.O. (36) Is., V, 4. (37) Ps., CiX!V, 3.