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33 cia ,es una forma sobrenatural que hace al hom– br,e, si decir se pued,e, pariente de Dios, que es consorte y participante de la naturaleza divi– na» (14). Y en otro lugar: «Gracia es otrosí u.ria forma sobrenatural y dívina, la cual hac,e al hom– bre vivir tal vida cual es el principio y forma de donde procede, que es también sobrenatural y divina» (15). La Sagrada Escritura, para darnos a conocer la naturaleza de la gracia, usa de símbolos su– mamente expresivos: La gracia ,es una semilla de Dios ( 16); es un consorcio o participación de la divina naturaleza (17); una fuente de agua viva que salta hasta la vida eterna ( 18); es la misma vida eterna (19); es el don de Dios por excelencia (20). :Por la gracia somos hechos ver– daderos hijos de Dios por adopción (21); rev,es– tidos de Jesucristo (22); reengenarados en El e incorporados a El (23); herederos de Dios y co– herederos de Jesucristo (24); t.e.mplos vivos del Espíritu Santo y de toda Za Trinidad Beatí– sima (25). En las Sagradas Letras y en diversos senti- (i.114) Guía de pecadores, J.ib , II, cap. III, p. 6/41. (15) lbíd., :]:ib. II, co;p. XIII, t. I, p:. 134. (16) I Ioann., III, fl,. (17) I Petr., I, 4. (18) Joann., ]V, l".!J. (1d) Rorm., VI, 213. (:21Q:) Ioann., IV, 10. C:21) I Joann., III, 4. (,22) Rom., XIII, 14. (213i) Gal., III, 2'l'. (24) Roni., VIII, 17. (25) I Cor., VI, 19; Ioann., XIV, 23. 3