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28 por def.ecto consisten en negar radicalmente la existencia de la gracia o rebajarla hasta •el pun– to de someterla a la naturaleza. La naturaleza es la fuente de todo y la gracia se r,educe a un nombre vacío. En el fondo ésa es la doctrina del gentilismo, d•el pelagianismo y del semipelagia– nismo, del humanismo exag,erado, del nruturalis– mo ry de las teorías modernistas de la inmanen– cia... Es también la tendencia del hombre mo– derno: negar el orden sobrenatural, reducirlo todo a la materia. Por exceso se dice que la gracia es todo y que la naturaleza es nada en orden al bien. La :p.aturaleza ha sido maleada por el pecado. io que hacen los gentiles y los no predestinados es pecado. El hombre peca por necesidad ineludi– ble. Con algunas variantes en el fondo, ésa ,es la doctrina de los predestinacianos, luteranos, calvinistas y jansenistas. Es un seudosobrenatu– ralis.mo . El verdadero sobr•enaturalismo no su– prime ni destruye la naturaleza, sino que la el,e– va y la perfecciona. 4. Naturaleza y gracia.- La naturaleza ,es J!a fuente de todo ,lo que }lamamos natural o hu– mano en nosotros; es lo que recibimos de Dios por ,creación: sentidos, facultades, cuerpo, alma... La gracia, por el contrario, es la raíz y fuente de todo lo divino y sobrenatural que existe en nosotros. Con lo que procede de la naturaleza y lo que se origina de la gracia bien armonizado resulta el bien completo del cristiano regene-