BCCCAP00000000000000000000733
292 caridad es Dios en Sí mismo; el objeto d,el don de sa– biduría es esa misma bond>ad, pero gustada, experi– mentada. Es un don que brota de la caridad, conduce a la caridad y perfecciona la caridad. Por el don de sabiduría ,podemos ver las cosas de Dios como desde una exceilsa atalay,a, unirnos ,a El estrecha– mente y formar con Eu. un wlo Espíritu. El a:lma se abisma en la Divinidad por 1a contemplación y se •elevla a lo más alto que se puede subir ,e.n este mundo. Es el don de l!as al,tas •etrup,as de la vida mística. ¡Oh Señor!, mándame desde los santos cielos e,l don sublime de la sabiduría para conocerte y con– tempiliarte; rpara gozar de tus bondades, de tus per– fecciones, de tus misericordias, de tus misterios... Que tu sabidur<ia me asista en mis oraciones, en mis trabajos, en mis ,enseñanzas, en mis ministerios, en mis empresas, en todas mis actividades, paria que sean siempre conformes con tu vohmtad. Quí– tame el gusto de las cosas terrenas y dame a gustar las cos,as divinas. Quae sursum sapite, non quae super terram (16). PROPÓSITOS Propongo no buscar lo mateiral, terreno, transi– torio y efímero de este mundo, sino buscar y gustar las cosas celestiales, divinas, eternas, para saciarme cuando aparezca la Suma Verdad, la Suma Bondad, la Suma Belleza... (16) Col., 111,2.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz