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273 ra ,conocer las vías del Señor, los caminos de la Providencia. V. GRADOS DE ESTE DON. MEDIOS PARA FOMENTARLO Grados.-S,e s,uelen distinguir tr•es grados: 1) En el primer grado, el alma se llena de una 1luz di– vina que le hace ,cr,e,er las verdades reveladas por razones de ta;l modo :undadas ,e indudables, ~ue nada duda. Todo ,cristiano ,en estaido ,de gra– cia pos,ee el don ,de1 ,entendimi,ento, a Jo menos en graido o medida sufichmte para la salvación y santifi'cfllción €terna. 2) En ,el segundo, grado, ,el a1lma penetra siJem– p:::,e más en las v,er,dades ,e.e la fe; descubre con exactitud las prin.cipa1es ,conveniencias y se ad– híer,e oon toda energía y p:::-ontamente a 1os mis– terios de la religión. Ninguna ,cosa la de1tiene, ni '.a3 humiJlaciones deil v,erbo en la Encarnación, 1i los sufrimi,entos en el Calvario; ni los mila– ~ros ni las misericor 1 dias del Señor, v,enc,edor de a muerte. Lás verdades se abren camino con 1&,rid8Jd y con una ,evtdencia maravi¡losa. oe,ci– la manda a Valeriano al santo vi>ejo Urbano. En n momento, an'te los ojos del jov,ein y d,el pontí– .ce, apare,c.e otro a,nciano :levando en la mano n libro en 1 e 1 l que s,e }eían estas palabras: «Un llo Dios, una .sola fe, un solo bautismo». cuan– J -el joven patricio terminó d,e 1,e 1 er, le pr,eguntó venerable an1ciano: ¿Crees tú que es así?~Na– i más verdadero, eex:olamó Valeriana.· Una tal 18