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267 ntendimi,ento, para penetrar y ahondar en las >n,furndidades ,e.e las v,e 1 rdades sobrienaturalies. aOS don:es intelectuales nos dan un profundo :onocimiento de las ,cosas div,inas y nos unen al n~smo tiempo ,con Dios. Nos unen al Espíritu ,anto como motor ,de nuestras almas y objeto de n~•estro amor; porque ,el ;Espíritu 1 Santo, junta– nente1 con las otras dos (Personas divinas, de las :uailes es inseparabl1e, es principio de todos los >ienes y es fin de tod:as nuestras actividades. 31 don de enteniclimi1ento, de una :manera ,es– )eciaI, nos da a conocer y a;preciar nuestro últi– no fin. s. Ignacio de Loyola en sus Ejer,cicios )Stableeie como principio y fundrumento de todas as ,consideracio!J.,es la del ú!l1timo fin del hom– >re. El fin es en las cosas prácti,cas lo que e[ >rincipio ,en las cien.cias. Así ,como de los prin-: :ipios emanan las conclusiones, del mismo modo 1-i;:estras ,acciones deben ·estar ordenadas y diri– ridas al fin que .nos proponemos. iPam entender >iien un discurso, es necesario saber biien ,e[ fin rue el orador s·e propone. Cuando conocemos el i:r.. que un artista se propone ,en pi:nJtar un madro, cono,cie,remos mejor cada una die las :iguras. Para hablar y explicar las cosas sobrenatura– es nos :servimos de símbolos y figuras sensibles. \l"o soy la Vid, y vosotros sois los sarmientos, ik~e J,esús. No podemos hablar de .1as cosas divi- 1ss sino comparándolas con las de ,este mundo. !\.sí en ,la Eacritura encontramos •cada momento :i.guras y símbolos. El don de entedimiento nos

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