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257 sin di1scurrir, las ve intuitivamente; 1 el don de ciencia ana1ógiicamente hace ,lo rrüismo, porque es una imagen o participa,ción de ,la ,ciencia d!i.vina. 2) La segunda es obrar sobre la voluntad y dirigirJa al bien. Es -cierto que ,1a ci,encia s 1 e r,efiie 1- N:: principalmente a 1 1a €Sp·e,culación; pero s,e extiende también a la prá:ctica en el ,sentido qu,e, ct,ebemos r,egular nuestra conducta y nuestra conciencia s,egún las verdades que conocemos. De este modo ,la ciiencia se dir:.ge a la piedad y se Ja puede ta;mbién llamar •ciencia de la santidad o :l!e los santos. 3) Este idon de ,ciencia nos sirv,e para 1 elevar- 1os de la ,consideración d,e -las ·cosa:s criadas a su ;ausa u or,igen. Los seres son como ,escalones para :u·::>ir hasta las perfe.cciones infinitas de Dios, cau– ,a universal ct,e todo. Así consideraba s. Francis– !O de Asís J,os ,seres de La naturalieza, 4) Eil don de ci,encia nos hace ver con pron– :itud y certeza ,lo que se refie1.1e ,a nwestra santifi– :a-ción y ,a la santificación de rlos demás. Perrama uces sobre el es,taido de nu,estra a;}ma ... Ein.sieña ambién ,la maneria de tratar con el prójimo para :o:niseguir su ,conv-ersión, su santificación y saJva– ión. Es un don estimable prura los conf,esores, 1r,edicadores, directores, ,que ne'Cesitan la discre– iérn de ,espíritus para penetrar los cor,azones y .irigir las almas por ,1a,s ocultas vías de la per– e,cción. Dios concedió a muchos Santos ~a scruta– io cordium. 5) Sirve para d 1 espegar el corazón ct,e las cria- 11ras, que son vanas, faJa,ees y sin ,consistencia. 17