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231 ñictos vue,stros lomos ,con la verdad, y revestidos con la coraza dé la justicia y calzados Jos pi,es con 1a pr,eparación pronta para el Evangelio d,e la paz, abrazando en todas las ocas.iones 'el ,es– cudo de '1a fe con que podáts apagar to,ct,os los da1.1dos encendidos del malv•ado» (8), Para v,mcer a 110s enemigios de la soberbia, de la ambición, de la 1envidia, d,e la concupisc,encia de la carne, de la avaricia, del apego a las ,cosas y a los honores ,es :uecesaria 1,a, fortaleza iluminada y vivificada por ,Ja f.e; pam vencer al diablo que obra por medio de todas esas concupiscencias y anda alr•eded·or de nosotros, como león rugiente, en busca de 11,a pr,esa que devorar. Resistid~e fuer– tes en la fe (9). Sti. amamos la verdadi, no debemos t·emer al diablo; porque ,está escrito : «Los ojos deJ Señor están contemp,lando tod:a la tierra, y dan fortaleza a los que creen en Él con perf,ecto corazón» (10). La f.e nos hiace fuertes e inexpug– nabl,es a toda ,clase d•e ,enemigos. 2.ª El consuelo de la esperanza.~En Isaías se di<ce: «Los que tienen puesta en Dios la esp,e,ranza, adquirirán nue,vas fuerzas, tomarán ,alas como de águHa, correrán y no se f,atigar¡i;n, andarán y no desfallecerán» (11). Mucho nos debe mover a sufrir la esperanza de un pr,emio futuro, eter– no, :in:efable, g,rande .sobr,emanera, que no pode– mos ,ahora 1 00mpr,ender. ¿,Qué importan todas (8) Eph., VI., 14-16. (9·) I Petr., 5, 8, g,_ (10) 11 Parl., 1~,9. (11) Is., 40,311.