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224 MEDITA:CION VI DON DE FORTALEZA Preludio !.-Imagínate que te ,encuentras, en Roma, en ,e,l Coliseo, ,en ,e1 ,Circo Máximo o ante cualquter tribunal en tiempo de los perseguidores romanos. Los •cristianos podían fácHmente ceder ante los honores, 1as riquezas, Ios pla::eres que les prome,tían; pero ,ellos, rev,estidos de la forta– leza ,cristiana, confesaban abi•ertamente la f,e, dando su vida y su sangre por Jesucristo. Preludio II.-¡ Oh Espíritu Santo!, por interce– sión de tu fortísima Esposa, María Inmaculada, concédeme ,el don de fortaleza ipara que yo per– manezca siempre fiel hasta la muerte, sirviendo a iDios, confesando la fe, y, si es necesario, dando la vida por mi Redentor y Salvador. En este don de la fortaleza meditar,emos sobre los puntos siguientes: l. Consideraciones sobre la naturaleza y el ori– gen del ,don de fortaleza. 2. Disposiciones para recibir y cultivar este don. 3. Grados de la fortaleza.-Medios para fomen– tarla.~Examen sobre su práctica.