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217 Con el don de Piedad f~ctlmente se ,crump1en devotamente los actos de cuJto: ,como ,la santa misa, ,el oficio divino, los sacramentos y sacramen– tales, la:s proc,esiones, ,las funciones públicas, ,el rosario mariano, las ,c,er,emonias 11itúrgicas, etc. d) Sirve para tratar con dulzura a las almas, sobr,e, 1Jodo a las penitentes. El sace11dote •es médi– co, padre y pastor de las ov,ejitas. que el Señor 1-e confía ... , debe :amarlas como padre par·a que se formen ,en Crisito, a ej,emplo de 'San Pablo, que ctecía: «FHioli mei, ,quos ite·rum parturio, donec formetur Christus in vobis» (12). Todos ,los fieJ.es ti-enen nec,esidad de este ,don para cumplir tl.os ctiebe,r,es de .Ja r•eiligión, someter– :.e a los superiores, respetar la autoridad, con– j,esc-ender con los iguales e inferiores. e): El don de piedad inspira sentimientos de :onfianza y de abandono.~Un hijo tiene ,confian– m en su padre; así erl alma tiene confianza plena m el (Padre del deil:o. Un hijo .se entr,ega y aban– lana confiado en los brazos del padre, aun en ·ei : a.so del hijo pródigo; ,el alma arvepentida se mtrega ,en los brazos de Dios y descansa tran– ¡uil,a ,en la ,casa paterna. Jesús decía: «Sli. no os liciereis como niños, no entraréis ,en ,el reino de os delos» (13). Esta doctrina de :la infancia ,es– >iritual, ,contenida ,en esta y otras fras,es del San– o Evangeiio, fué el camino de Santa T,er,esita de~ nño Jesús. Hacerse como niño es sentir honda– nente nuestra filiación divina. La Santa queria C112i) Gal., ,]V. ll9. Cl~) Matt., :x¡v1rr, '3.