BCCCAP00000000000000000000733
207 .saber que nos tenemos que presentar ante el tri– bunal de l)ios a dar1e cuenta de todas nuestras t.:1.tenciones, pensamientos, deseos, .a-cdones... , de bs ta1entos que nos ha dado, de cómo hemos ne– gociado con ,ellos, de cómo hemos correspondido a sus gracias... Todo esto nos moverá a vivir con cutdado y dilig,encia para pedir continuamente perdón, y satisfa.oer con nuestras buenas obras las injurias hechas a nuestro amantísimo Padre, que con tanto amor nos -crió, nos cons,erva, nos a:ma y desea nuestra ,eterna salvación. 2. Rogar, y -especialmente ,en iti,empo de ten– ta ,cion.es , para que Eil nos dé la mano y no nos deje caer ,en .la tentación. Repitamos con fr,ecuen_ cia el grito del Prof,eta David: «Config,e timare t:io ,carn,es meas; a i:udi'Ciis ,enim tuis timui» (19). 3. Los ,exámenes de conciencia he,chos con &cmenidad nos llevarán a un vivo sentimiento de C:)ntrición y de anepentimiento. La compunción del corazón purifiica nuestro espíritu. EPÍLOGO I. Naturaleza y raíces del temor de Dios.-,'De:mor servil y temor filial. Temor filial: ,c1on del Espíritu Santo. Raíces o ,principios de donde- nace e,l temor de Dios: de la consideración del poder divino, de la Pélrspicacia de Ia divina sabiduría, de ti.a severidad d;, la divina venganza. Siete juicios de· Dlios: atadu– ra, obcecación, obstinación. ,abandono, disipación, <1esesrpe.racd:ón, condenación. II. Utilidades del santo temor de Dios.-~Sirve p,ara ir.:J.pet!l.1ar la ,cH-vina gracia,, (19) Ps., CIXIVIII, 12IO.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz