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193 eI -cuaJ después de haber s1e,rvido fielmente a,1 rey Cristiano por muchos afios, fué ,encarcelado por culpa de un hermano. Las ,escribió para no olvidar, nunca su fidelidad al rey. Las escribió sobre la ventana, a fin de que al primer rayo del sol pu– füera ver ,e1 aviso d•e su deber supremo. Y a su muerte, acaecida en 1699, 1e confortó ,e,1 pensa– miento de su fid,elidad, que nunca había falta– do, ni aun después de veinte afios de prisión. Los que en el Sacramento de la Confirmación nos hemos consagr,ado CabaUeros deil Espíritu Santo, no podemos tener otro lema ,mejor que éste: Fidelidad hasta la muerte. Fidelidad invo– cando el Espíritu Santo, como hicieron 1os Após– toles, con María SanrUsima. FideUcta,d, ,conservando en nosotros al huésped divino y comunicando con El. Fidelidad, ,en rendir aI Espíritu s,anto adora– ción, reconocimiento, obsequio y a:mor. Fidelidad, en secundar sus acciones ,e inspira– ciones. Fidelidad, en aumentar la gracia, las virtudes y los dones. EPÍLOGO La obra de la santificación del a;1ma se atribuy,e al Espüitu Santo, que la realiz,a mediante 1,a gr,a– cla, 1a.s virtud,es y los dones.-!. ¿Qué cosa son los Domes del Espíritu Santo?~Son hábitos sobrenat'll– r,ales que perfeccion.an las potencias; .aumentan la docilidad y receptibilidad ,en ,el alma. Son como mo– tores ,espirituai1es que hacen mover con facilidad r.a na.ve d:eil: alma. El Espíritu Santo toca directamente 13