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191 brenatural y la mortificación una unión ,estrecha. Cuanto más un cristiano se mortifica, más vivirá en [a vida espiritual. 3. Debe ,amar al Espíritu Santo.- ,Amar ,con todo el ,corazón, con todas las fu,erzas y de todos los modos al Epíritu Santo. ,Amar,le con amor de complacencia; porque 1 El es ,e1 .a,m,o,r sustancial y eterno en la ,santís1:ma Trinidad. ,Aimarle con amor de gratitud, pues El derrama sobre la lgle– sia sus gracias, :1a :vivifica y santifica. E;l descien– d,e también particularmenj:¡e sobre cada uno de los justos, ,con ,e,l influjo de ,sus gracias y dones ... Amarle con amor de esperanza, porque El nos da con largueza y abundancia ,aquí Ja gracia y en el ci,elo 1 1a gloria. Debemos progr,esar continuaimente ,en este amor. Hoy amarle más que ayer; en esta hora, más que ,en la precedente; mañana, más que hoy... Usemos de las ideas, expr,esiones o fórmu– las ,que ,más nos plazcan... Podemos repetir la d,e San Francisco: J]eus meus et omnia, o ,excla– mar: ¡Oh belleza antigua y siempr,e nueva! Tú has robado mi •Corazón ... Y ahora atrae mi alma toda a ti... No tengo más •corazón que para amar– te... ¡ O'.h amor!, por el cual yo suspiro, haz que ;yo muera de amor... 4. Debe permanecer fiel al Espíritu Santo.– Quiere escuchar su voz, seguir sus inspiractones, cumplir sus preceptos y consejos, corr,espond,er con fidelidad a su gracias. En ,la edad media to-

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