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184 de los s}ete dones del Espíritu Santo (1). Los há– bitos sobrenaturales perfeccionan nuestras po– tencias y las hacen capaces de producir sus r,es– pectivos actos. Los dones son hábitos sobrenaturales que dan a nuestras potencias una tal facilidad, que obe– decen prontamente a las inspiraciones de la gra– cia. Se distinguen de las virtudes ,en el modo di– ferente de obrar. Las virtudes obran según la na– turaleza de nuestras potencias; los dones dan docilidad y receptibilidad que dispone para Te– cibir y seguir iJ.as mociones de la gracia operante. En las virtudes, ,e,1 hombr,e se gobierna por los principios y las reglas de •la prudencia sobrena– tural; en los dones se deja gobernar por una ins– piración divina que, calladamente, sin pensarlo ni considerarlo, empuja fuertemente a hacer esto o aqueJlo. Practicar ,las virtudes ,es navegar con re,mo; usar de los dones es navegar con vela o motor. Con las virtudes ·tenemos que aprender el arte de tocar el arpa o instrumehto músico; con los dones viene ,e[ Espíritu Santo y lo toca. Es ,el artista divino que toca al a 1 lma y a sus po– tencias. Los dones del Espíritu Santo son como una co– rriente eléctrica que circula por todas las facul– tades del alma, '1as mueve, las impulsa a un mun– do superior; las hace .volar para }legar ,a la per– fección. Los dones, bajo la acción del Espíritu Santo, ,dan facilidades y energías, docilidades y (1). Of. Encyicl. Divinum illud, munus, 2 mayo 189'7.