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14 to a ios efectos exteriores. El Espíritu de Dios ti,ene ta;l condescendencia ,con la humanidad, que se adapta a ,sus necesidades, a sus condiciones, a las difer-entes fases de su -existencia... Es como la madre que tiene siempr,e un amor constante por sus hijos, pero modifica las formas· cada día, cada momento, según las necesidades y condicio– nes de la familia. ,Mí la gracia del Espíritu San– to ,es móvil, delicada, sutil, proporcionada a las necesidades, a las ,condiciones individuales, al carácter. Es la materna asistencia del Espíritu Santo que se acomoda a todos y a todo lo que es bueno y saludable al alma. Condesciende con nuestros gustos en lo que tienen de legítimos ... Es como un hábil músico .que toca con delicade;z;a un ins– trumento Jleno de armonía y de :variedad... c) El Espíritu Santo es suave.,--;El Espíritu Santo, el gran Maestro de la santi,dad, es esen– cialmente bueno, dulce, suave,. humano, be– nigno... El Espíritu Santo es luz.-Por El •distinguimos lo v,erdadero de ·lo falso, el bien del mal, lo pe– queño de lo grande. Como las lentes hacen ver los objetos más grandes, así también con la luz del Espíritu S 1 anto se ven mejor las realidades espirituales: la diferencia entre lo temporal y eterno, entr,e el pecrudo y la gracia, ,entre lo hu– mano y lo divino, entre ;Dios y las criaturas. Con la luz del Espíritu Santificador se penetran me– jor nuestras malicias, nuestros pecados, nues-