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103 «Cuando se e&tudia la Unidad de la Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, en cuestión algu– na se yerra con más peligro, ni se investiga con mayor Iaboriosidad, ni se haJia con mayor fru• to» (112). En el estudio de este misterio se pueden con– siderar las operaciones llamadas ad intra y las operaciones ad extra. Pres,cind:Lmos ,por ahora de las primeras, nos referimos sólo a las segundas. Las O[)er.aiciones ad extra 1s:0n Ubres y ti;enen por término algo esencialmente distinto de nios, al– guna cosa criada. ;Las operaciones ad e.xtra son ~omunes a las Tres divinas Personas, pero hay algunas especiales que se atribu~•en por a,propia– ción a alguna P.ersona determinada, así por ejem– plo, la creación se atribuye al Padre, la Reden– ción al Hijo, y la Santificación al Espíritu Santo. III. ESPIRITUALIDAD TRINITARIA EN LA IGLESIA La Iglesia con su autoridad infalible de magis– terio nos demuestra la existencia de este mis– terio trinitario y declara, en cuanto es posible, su naturaleza. Prescindiendo del aspe,c,to dogmá– Ueo podemos considerarlo también en sus rela– ci:mes con la vida espiritual de la Iglesia y de las almas. Como se da una espirituaUdad cristo- , !éntrica, en cuanto se nota más el influjo del Terbo :Encarnado, se da también una €Spiritua– tdad Trinitaria, que considera como objeto de (W.l) De Trinit., ~fü. I. cap. 3, n.5.