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101 nuestras potencias; pero ninguna puede dar a comprender -el misterio superior a todo símbolo y a toda potencia criada. II. ;REVELACIÓN DIVINA DEL lY.USMO Las herejías trinitarias han dado ocasión para estudiar más el misterio y excluir los errores dogmáticos. Multitud de autores han investiga– do la Escritura y la Tradición. 1. La revelación del misterio de la SS. Tri– nidad en e1 .Antiguo Tes1tamento se atestigua. ct,e un modo implicito, ,en figuras y palabras, que se expR,can después por ,e-1 Nuevo T!estamento. Enitre llas figuras, quizá 11a más auténtica 1 es el episodio idie A,:braham, de[ ,cua;l se dice en el ,capítwlo XVIII del Génesis que, habiéndos,e• aparecido tres jó– venes, tr,es vió en v,erdad, pero uno solo adoró. Los textos trini¡tarios del N'll!evo '.I'estrumento se pueden distribuir en do:s s 1 eries: ,en unos se habla exp,Jírcitamente de las Tres P,ersonas, ,en otros sálo se ,ex¡pr-esa alguna. En los Sinópti.cos se narra la Anunciación. «El ángel Gabriel fué enviado por Dios (Padre) St ;Nazar-et, ciudad de Galilea, a :María Virgen, iesposada ,con José ... Y ,díjole el ángel: El Es- 1íritu Santo v•endrá sobre ti y la virtud del Altísi– no .te hará sombra; por •eso, ,el Santo que nace– á de iti se llamará Hijo de Dios» ( 109). San Mateo, narrando la ,teofania de la SS. Tri- (109•) Luc., 1,2i6,35.

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