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Escogió personalmente a los apóstoles. Y sa– bía que eran hombres de carne y hueso, con de– fectos de hombre. ¿Piensas que es una afirma– ción gratuita 7 Voy a leerte unos capítulos de la historia de Jesús. El Evangelio nos presenta a Jesús-tan comprensivo y generoso con los suyos- repren– diendo varios defectos concretos. Juan y Santiago son ambiciosos. Piden los sitiales de honor en el reino. Jesús les promete el cáliz, es decir, una par- ticipación más intensa en su sufrimiento. Quizá el martirio, según una interpretación muy pro– bable. Pero dice que no es cosa suya sentar a la diestra o la izquierda a los elegidos. Juan y Santiago -otra vez los preferidos– son impacientes. Tienen un celo apasionado, un celo desmedido, un falso celo por esta vez. Los samaritanos no quieren recibir a Cristo. ¿Qué hacen Santiago y Juan? En una reacción muy humana se rebelan con– tra la «injusticia». Piensan en un escarmiento. Y al ver a Jesús le preguntan: «Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo y los consuma?» Jesús les corrige y se marcha a otra aldea. Un día discuten acaloradamente en el camino. Llegan a Cafarnaum y, en casa, les pregun- ta Cristo: K¿ Qué discutíais €11 el camino? 8
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