BCCCAP00000000000000000000730

P. Calasanz SEÑOR, DAME COR.TES/A El Evangelio es la historia de tu bondad. Porque tu vida entera, la pública y la escondida, se resumen en una acción de amor. Hay datos que olvidamos in– justamente los hombres al ver tu biografía. Habla– mos mucho del rigor, de I,a muer,te, de la justicia. Pero ¡qué poco haiblamos de tu condescendenci,a, .de . tu pieda,d, de tu comprensión! Nos dejamos la verda– dera esencia de tu ser para quedarnos con fragmen– tos incompletos y detalles circunstanciales. Leer el Evange1io es encontrarse frente a frente con tu cortesía. Y yo que quiero imitarte te pido me hagas cortés. Nada de "frases hechas", nada de pro– tocolos y etiquetas, nada de cementerios de fórmula~ muertas. Tu vida que mana con la espontaneidad de una fuente. Tu cortesía y tu sinceridad en el trato con las almas. Derecho al grano, sin miedo a las com– plicaciones de la sinceridad. "¿Nadie te ha condena– do, mujer? Yo tampoco te condeno. Vete en paz y no - 97 -

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz