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P··. Calasanz SEÑOR, DAME INTELIGENCIA Tobías hizo viaje seguro con el ángel. Mi inteli– gencia necesita un anunciador de la .verdad y de los designios de Dios para no extraviarse. No importa tanto ir de ·prisa como ir seguro. Quien tiene prisa y viaja mucho. se aleja cada vez más del camino. Quien hace las jornadas de día, a pleno sol, es po– sible ·que tarde más y que sufra los rigores de la ca– nícúla, pero acierta, va bien. ;, ' ' ' . Oir disputar a los. hombres. es un espectáculo tris- te, 1Nadie escuch¡¡, á nadie. En el griterío todos quie– ren tener la razón.,· Y .,se grita "esta razón"· con pa– labrot!i,~ vulgar;s, ordinarias, descorteses. Oir cantar a· los h6mbrés es. q'i~pon'eise . a ser menos hombre. '•,, _,, . ' '. ,, ... ,, ... , ·. ·,. ' Tal .es la cantidad de .inmundicia que pueden vomi• ''.' "', ., .., ,l, '. ,,. '" tar., lal:>iot,. de hom¡bre.. ¡Y si. se oyera pensar a los hombres! ¿Por qué écfiará :tanto dé menos el hombre af drtimal primitivo, sáivaje; sin doma? ··piós niío, consérvame digno entre los hombres. . , : . ' Que no se tuerza mi criterio ante tanta mentira. Qqe 13epa servirte aú11 entre aquellos ,qué .carecen de intelige:nciá como. los brutos. - 75 -