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BÚSQUEDA SEÑOR, POR LOS BOHEMIOS Si quieres, es fácil conocerlos. Llevan melena larga y chalina de colores vivos. Se llaman a sí mismos poetas, artistas.· Son valien– tes y no temen el ridículo. Casi, casi buscan el con– traste para no ser confundidos con la muchedum– bre. No confían en el dinero, ni en las amis-tades, ni en la "posición social". Son los eternos descontentos. Si hicieran por Dios lo que hacen por extravagancia serían candidatos del altar. Son santos pero sin un culto amoroso a Dios, por lo genera.!. A veces son buenos, sinceramente buenos, honrados hasta el ex– tremo. El mundo chocho critica acerbamente su postura, pero el mundo es parte interesada. Se toma una revancha mezquina porque el bohemio despre– cia al mundo con generosidad y valentía. Yo admiro a los bohemios por su desasimiento. Me causa placer ver cómo desprecian las cosas a las que los sensatos y prudentes damos tan excesiva im– portancia. Envidio la atadura de fraternidad que los une imponiéndose al color, a la nacionalidad, a la raza. Y me gustaría formar en ese grupito de soña– dores que quizá anden equivoca/dos en cuestiones subalternas, pero han acertado en lo básico de la vida humana: en la comprensión y en el descon– tento. Te pido por ellos, Dios mío. Que sepan reírse del mundo. Que sean libres. Que vivan inquietos hasta dar contigo, que eres la fuente de toda libertad. - 62 -