BCCCAP00000000000000000000730
BUSQUEDA SEÑOR, HAZME MELODIA Estoy triste sin saber i:ior qué. ¿Es que tiene mo– tivos la tristeza? Me puse a oir música y mé removió el espíritu éon recuerdos y vivencias que ya creí pa– sadas. Es posible que no pase nada definitivamente, auüque para aturdirnos procuremos olvidar. La música atrae, llama, fascina. De niño cogía el tallo verde del trigo, la espada– ña V'eiide del lirio y la caña se "humanizaba" con una melodía nueva: Hacía ·música para el universo pe. queñito que era yo -mismo. Después me he puesto · triste casi- siempre que escucho música. Es que ele– va al hombre y lo transporta a un mundo ideal, pre– sentido pero• sin "!orma'' concreta aún. La música es espiritual y - llama a meditar en mundos descono– cidos·: ¿Por qué, sino, es,1la triste ternura del Ange– lus cuando · se alarga el tañido de las campanas en uha lenta letanía de rosas, como @n el poema de Juan Ramón1 Yo quiero ser música tuya, Dios rufo. Para ala– barte y para, agradecerte que me hayas l1echo hijo tuyo; YO quie:ro ser la caña en que pongas tu melo– día que traspasa el corámón y lo diviniza. Como el tallo verde en mis manos, igual yo, divino artista, en tus manos.:. ·- 44-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz