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BUSQUEDA "• ' ·------------------- SEÑOR, POR LOS ENVIDIOSOS La envidia es un pecado que destruye el amor. l)etesto la envidia. Porque ser cristiano es amar y ser• .amado, la envidia entorpece. el amor. Es instin– to diabólico. Venenq sobre las. almas. Amarga plan– ta que da frutos de muerte. · Como franeisca·no, el triunfo, la derrota, la felici– dad, ·1os problemas de mis hermanos los, hombres son algo tan mio .que triunfo, soy .derrotado, vivo feliz y preocupado con ellos. El mundo sería la "familia de Dios" con un cul– tivo más esmerado de la caridad y de las formas corteses. Pero el envidioso maquina contra la familia de Dios. Se le nota la mirada aviesa y la intención fea. Como Caín el envidioso vive "atormentado", hui– do, odiado. Ante un pecado que me subleva, no me queda más que hacer mi. súplica: · Por los que tienen olfato de buitres. Por los que viven en la inmundicia de los alba- ñales. Por los hombres oscuros como topos. Por los que tienen pálida color de muerte. Por los hombres--Serpientes que dejan un rastro viscoso por donde pasan. Dios mío, que no haya envidiosos en tu familia divina. - 114 -