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COMENTARIOS RADIOFÓNICOS EN COPE-ASTORCrA lugar en el corazón del hombre y por su propia decisión. La gran– deza del hombre consiste en poder rechazar la luz que se le ofrece, la mano que se le tiende, y si Dios sale al encuentro, poder decirle NO. Hay hombres que lo saben todo, nada tienen que aprender. Hay hombres que lo tienen todo, nada tienen que reci– bir. Hay hombres que son "suficientes", se bastan a sí mismos, están llenos de sí mismos. Para poder entrar en el ámbito de la salvación es necesario, como el ciego de Jericó, convertirse en mendigo y esperar a la orilla del camino. "La luz vino al mundo -escribe S. Juan- y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, por que sus obras eran malas: ahí está la condenación" En la obscuridad todos los colores son iguales, todos los rostros tienen· la misma sombra. Sin embargo, quien admite con sinceridad la luz que Jesús le ofrece, ya está capacitado para discernir lo bueno de lo malo, la verdad de la mentira, la verdadera realidad de las meras apariencias. Jesús es la luz penetrante que descubre quién es quién, que pone al descubierto el lugar que ocupa cada uno. El ofrecimiento de Jesús sigue en pie: "He venido para que tengáis vida y la tengáis abundante". Festividad del Corpus Christi (Jn 6, 51-59) Hoy celebra el pueblo católico la fiesta del Corpus Christi, del Cuerpo y la Sangre de Cristo. La fecha en calendario ha cam– biado, pero el significado entrañable del Corpus sigue siendo el mismo. En este día resuenan con más fuerza y actualidad las pala– bras de Cristo: "Yo soy el pan de vida, el que coma de este pan vivirá eternamente. Mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bébe mi sangre vive en mi y yo en él". Jesús afirma una especial presencia suya en el doble alimento del pan y del vino. Pan y vino, cuerpo y sangre sig- 59

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