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COMENTARIOS RADIOFÓNICOS EN COPE-ASTORC,.A no venden jamás su dignidad, que dimiten cuando no están de acuerdo, que rechazan las ofertas de poder y de dinero a cambio de cerrar la boca; son aquellos que se dan sin reservas, "los que han quemado todos los ídolos"; son aquellos que ponen la verdad y la rectitud por encima de cualquier otra prebenda o convenien– cia, siguiendo la teoría y la práctica de monseñor Romero: "Pueden matarme, pero no pueden matar la verdad". En suma, limpios de corazón_ son los sencillos, los que tienen hambre y sed de una mayor transparencia, los misericordiosos, los que trabajan por la paz, la paz de las conciencias, la paz social de los hombres y de los pueblos, los que hacen frente a la persecución, a causa de su fe. Su recompensa consiste en "ver a Dios", aquí abajo corno en un espejo, para verlo "cara a cara" en la consumación definitiva. "Por eso, -escribe Jean Francois-Six, las Bienaventuranzas son universales y el ser humano de nuestros días en el cara a cara con– sigo mismo en el que se ve ante la multiplicación de datos que se le presentan, sea quien sea, puede escuchar dentro de si el canto de las Bienaventuranzas dirigidas a él; puede entenderlas mejor que el ser humano de épocas anteriores. Quinto domingo del tiempo ordinario (Mt 8, 13-16) "Vosotros sois la sal de la tierra y la luz del mundo" Palabras ambiciosas y al mismo tiempo enigmáticas de Cristo, mil veces escritas, mil veces repetidas, corno el carné de identidad del ver– dadero seguidor de Jesús. ¿Es verdad que los cristianos añaden sal a la existencia para volverla sabrosa? ¿Es verdad que llevan la luz al mundo para iluminarlo y orientarlo? La sal se usaba en el mundo judío con muy variadas funciones, entre otras corno sím– bolo de permanente amistad , para sazonar los alimentos y preser– varlos, y también corno fertilizante. Sin sal, afirma el libro del Eclesiástico, es imposible una vida realmente civilizada. En esta 37

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