BCCCAP00000000000000000000728

COMENTARIOS RADIOFÓNICOS EN COPE-ASTORCrA ponerse a edificar, ante nuestra vida rica y desvalida a la vez, Jesús tiene la audacia de hablar del Reino de Dios, de una vida eterna que está ahí, más cercana que la sangre que palpita en nues– tro corazón. Jesús sigue invitándonos a mirar en cada instante hacia aquél a quien llama Padre, con una experiencia que des– borda toda paternidad y toda filiación humanas . Y su oración pre– dilecta, el Padrenuestro, nos empuja hacia adelante en busca de una vida más dinámica y más plena, nunca vacía y estéril. El que sembró de estrellas el firmamento, el que se oculta tras la explo– sión de cada primavera tomó rostro y voz de hombre en Jesús, y le oímos decir: "He venido a poner fuego en la tierra, y deseo viva– mente que arda"(Lc 12, 49). "Si no os hacéis como niños no entra– réis en el Reino de Dios" (Jn 3, 3). Esto quiere decir que debemos remover constantemente las cenizas de nuestra vida y sumergir– nos en el espíritu de Dios para renacer día a día a la nueva vida de la justicia, de la paz y del amor. Segundo domingo del tiempo ordinario (Jn 1, 29-34) El evangelio de este día responde a una pregunta que se hicieron las primeras comunidades cristianas y que nos hacemos también nosotros hoy: ¿Quién es Jesús? La pregunta no puede hacerse como la haría un filósofo o un historiador, sino de un modo más vital, más existencial y comprometido: ¿qué tiene que ver Jesús con mi vida en esta situación concreta? ¿cómo debo yo obrar y reaccionar desde la perspectiva de Jesús? El evangelista Juan nos presenta a Jesús como "el cordero de Dios que quita el pecado del mundo". La expre,sión ha de ser interpretada en el con– texto de toda la tradición bíblica. La frase está impregnada de un profundo sentido histórico y cultual. El cordero ofrecido sobre el altar, es el símbolo de la ofrenda del pueblo elegido a su Dios y Señor. Jesús ofrece su vida sustituyendo a los corderos del antiguo 33

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz