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COMENTARIOS RADIOFÓNICOS EN COPE-ASTORC,-A quea que confundió la humildad con la postergación, la margina– ción y la inutilidad. Ser humilde no significa sentirnos incapaces y despreciables, sino responder con nuestro esfuerzo diario y gene– roso a la llamada del Señor, cada uno en su lugar, sin otras preten– siones que las de cumplir la tarea señalada y porque ésta es nuestra ocupación como cristianos y como personas. "Cuando des un ban– quete, dice Cristo, llama a los pobres, tullidos, cojos y ciegos, y serás dichoso, porque no tiene con qué responderte". Hay que tra– bajar con ahínco por construir un mundo más justo y fraterno, según la voluntad divina. Dios se encargará de darnos la resurrec– ción en el Reino definitivo. Sería interesante preguntarnos si nues– tra religiosidad sigue estando cerca de la de los fariseos; sería inte– resante preguntarnos si nuestra formación religioso-moral sigue estando profundamente fundada en la idea de merecer el paraíso y alejarse del infierno. Una pregunta podríamos dejar flotando en el aire como tema de revisión de vida: ¿Nuestra religiosidad se parece más a la de los fariseos o a la de Jesús, expresada en su vida y en su mensaje? Para responder leamos con ojos claros elevan– gelio. Vigésimo tercer domingo del tiempo ordinario Frases paradójicas y desconcertantes las de Jesús, que nos transmiten un mensaje rayano en el absurdo. Dice Jesús: "Si alguno quiere venir en pos de mí ... " ¿qué debe hacer? Primero: posponer los seres más queridos; segundo, cargar con su cruz; y tercero, renunciar a sus bienes. Si el Reino de Dios que nos llega por Jesucristo es lo que verdaderamente da sentido a la existencia humana, entonces todo lo demás, vínculos familiares, egoísmos personales, posesiones materiales, debe pasar a un segundo plano y ser considerado en la perspectiva y desde las exigencias del Reino. El evangelio no separa de los seres queridos, pero, por otra 231