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COMENTARIOS RADIOFÓNICOS EN COPE-ASTORCrA nibilidad hacia la verdad. La fe solamente es posible cuando hay un mínimo de apertura y transparencia de corazón. Si esto no existe, cualquier argumento resulta inútil, pues el problema radica no en la inteligencia sino en el corazón. Por el contrario, quienes acogen con sencillez la verdad, nada temen frente a la cerrazón, frente al escarnio y a la burla de los sabios de este mundo, porque el Padre es superior a todos, y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre, dice Jesús. Así presenta su actividad de pastor en íntima relación con la actividad suprema del Padre: ambos rea– lizan en perfecta unión la misma obra. En su lucha contra los orto– doxos judíos proclama su identidad con el Padre: "El Padre y yo somos una SOla cosa". El Hijo representa la única imagen válida de Dios. En él, Dios ce visible, perceptible, una figura accesible y palpable. Por eso, la fe es aceptar en libertad la palabra de Jesús que urge a renovar nuestra existencia desde sus mismos cimien– tos:, "Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y me siguen". "Yo les doy vida eterna y no perecerán nunca". Mediante Jesús, Dios, ofrece a los hombres la vida. Creer es decir sí a la vida; sí a la liberación, sí al culto autentico, sí al ofrecimiento de uno mismo por la salvación de todos. Creer en Jesús es prolongar en el espa– cio y en el tiempo la obra de la resurrección de la sociedad y del hombre. Es levantarse para ayudar a otros a levantarse. Es servirse del don que Dios nos brinda para hacerse servidores de los herma– nos. Amigos, nuestra época, más que nunca, tiene necesidad de un salvador. Sin saberlo, en medio de un mundo turbulento y desqui– ciado, los hombres gritan hacia él. Nosotros sabemos que ese Salvador es nuestro amigo, que somos sus hermanos y que Dios, su Padre, es nuestro Padre. 205