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COMENTARIOS RADIOFÓNICOS EN COPE-ASTOR(i-A tauración de la paz en el interior de los corazones, de la justicia en las relaciones sociales e interhumanas, de la armonía de los hom– bres entre sí y con el entorno ecológico de toda la creación. Son los tiempos nuevos de la utopía definitiva, nunca plenamente rea– lizada, siempre inacabada, pero siempre descubriendo nuevos horizontes a la humanidad maltrecha y atormentada. Hoy se ha cumplido esta palabra que habéis escuchado, dice Jesús. El Reino de Dios no sólo debe ser anunciado con palabras, sino realizado con hechos, comprometiéndose existencialmente en un mundo cambiante que exige no tanto teorías o ideologías, sino fundamen– talmente vida, compromiso vital y existencial. Cuarto domingo del tiempo ordinario ( Le 4, 21-30) El domingo pasado el evangelio presentaba a Jesús en la sinagoga de Cafarnaún aplicándose a sí mismo el anuncio que el profeta Isaías hizo del Mesías futuro como portador de la salvación defi– nitiva: "Hoy se cumple esta profecía que acabáis de escuchar" Entre escépticos y atolondrados se hacen la pregunta esencial: "¿No es éste el hijo de José?" No pueden comprender que el Mesías enviado de Dios sea el hijo de un humilde carpintero, a quien todos conocen con su nombre y apellido; un don nadie sin influencia social, sin poder y sin dinero. Para los judíos el Mesías tenía que ser una figura extraordinaria cuyo origen y procedencia no están inscritos en ningún registro civil. Los habitantes de Jerusalén no niegan la sabiduría de Jesús, la lucidez de su predica– ción, sus milagros, incluso se muestran sorprendidos por todo esto. Pero discuten su origen: ¿cómo es posible que venga de Dios? Ha trabajado como carpintero, ha crecido entre nosotros, conocemos a su madre y a sus parientes más próximos. ¿Cómo puede Dios, el ser transcendente e invisible, hacerse presente bajo estas apariencias corrientes y vulgares? En Nazaret se encuentran 187