BCCCAP00000000000000000000728

REFLEXIONES DOMINICALES SOBRE EL EVAN(i-ELIO Tercer Domingo del tiempo ordinario (Le 1, 1-4; 4, 14-21) El evangelista Lucas nos presenta, por una parte, el pro– grama general de la predicación y de la actividad de Jesús, y, por otra parte, la actitud del pueblo frente a su persona y mensaje, sim– bolizada en la reacción de sus compatriotas: "¿No es éste el hijo de José?" ¿Cómo se atreve a hablarnos así un don nadie, un ilumi– nado salido de una familia sin rango ni prestigio? En la sinagoga de Nazaret Jesús lee el capítulo sesenta y uno del profeta Isaías que habla de la función del Mesías esperado y anunciado. Es la gran promesa de Dios a su pueblo humillado por los babilonios y despreciado por sus vecinos. Terminada la lectura, añade: "Hoy se ha cumplido esta Escritura en vuestra presencia". La salvación de Dios ha llegado ya en Jesús y todos los hombres, cualquiera que sea su raza, color o cultura, tiene en ella plena cabida. Los margi– nados de la salvación por los fariseos, es decir, los pobres, los pre– sos, los ciegos, los oprimidos ocupan el primer puesto en los pla– nes de Dios. Con esta enumeración no se excluye a nadie en el ámbito de la salvación, se sintetiza más bien en "situaciones-tipo" el carácter de la salvación mesiánica: liberar al hombre de todo aquello que le impide ser hombre en plenitud. Jesús trae una libe– ración total del hombre, no solamente en su aspecto más espiri– tual, sino en su aspecto material, social y cultural. Todo el hombre, en su totalidad de hombre necesita ser salvado. Vivir en el espíritu no significa aislarse de las realidades terrenas, sino que significa dar sentido a todo lo terreno: trabajo, amor, sexualidad, ciencia, técnica, arte, educación, cultura, solidaridad, política, derechos humanos ... Jesús viene "a promulgar un año de gracia del Señor". El año de gracia o jubilar se celebraba cada cincuenta años: las tie– rras quedaban en barbecho, cada uno recuperaba sus antiguas posesiones, se perdonaban las deudas, los esclavos adquirían la libertad. Lo cual indica que el Reino nuevo de Jesús incluye la res- 186

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz