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COMENTARIOS RADIOFÓNICOS EN COPE-ASTORCi-A de Cristo, en cambio, se refiere más a la dimensión transcendente del hombre, a los valores permanentes que dan sentido a la vida orientan definitivamente la conducta humana. El rey de ese reino no tiene soldados que luchen por él con sus armas. Es un rey paci– fico y pacificador, enemigo de la violencia , un rey que garantiza la absoluta libertad de cada hombre. Aunque el reino de Jesús no es de este mundo, sin embargo, está en el mundo e influye de modo decisivo en el mundo. Jesús ha venido al mundo para reali– zar una misión singular y única: "ser testigo de la verdad", es decir, ser testigo de la realidad de Dios y de las exigencias de Dios al hombre. En Jesús resucitado Dios se expresa como liberador del hombre y como fundamento de toda su esperanza. Aunque los teólogos y filósofos se extiendan hablando y escribiendo sobre el significado y la presencia del reino de Cristo, pertenece al hombre decir la última palabra, porque se trata de una opción personal: la opción por la verdad. Y esto es lo único realmente valioso, lo único que jamás dictador alguno, ni tiranía alguna podrá arreba– tarle. La verdad implica dar respuesta a los eternos interrogantes de hombre que busca el sentido de su vida: por qué vive y lucha, hacia dónde camina, qué hay más allá del rutinario y agobiante vivir, trabajar, reproducirse y morir. 171