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COMENTARIOS RADIOFÓNICOS EN COPE-ASTORCrA Trigésimo tercer domingo del tiempo ordinario (Mc13, 24-32) El evangelio de este domingo actualiza para los cristianos de todos los tiempos la llamada primitiva a la esperanza y al compro– miso con la historia. Los textos se sitúan en la experiencia turba– dora en que vivieron bastantes comunidades cristianas. Jesús vino al mundo, murió, resucitó para transformar al hombre y las reali– dades terrestres. Pero he aquí la dolorosa comprobación: todo parece seguir como antes, las injusticias, las guerras, los odios y atropellos, los racismos y los abusos de poder; en definitiva, el pecado en sus variadas y sutiles manifestaciones. Ante esta expe– riencia los cristianos pueden estar seguros de que Cristo triunfará; él volverá, no sabemos cuándo ni cómo, para poner las cosas en su sitio: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán", afirma Jesús. La fidelidad de Dios a su promesa ha de impulsar a los cristianos a vivir de la fe y de la esperanza, fe y esperanza que han de traducirse en vigilancia activa y constante. Con un len– guaje peculiar que no puede tomarse al pie de la letra y con la breve parábola de la higuera se nos dice que el Reino de Dios lle– gará definitivamente y que llega cada día para los creyentes que preparan el futuro transformando el presente según las exigencias del evangelio. También hoy se hace cuesta arriba ser fieles a cier– tos ideales, caminar en la honestidad, no caer en la trampa del oportunismo y del abuso de los demás. Ante esta situación, que cada uno vive según sus propias circunstancias, Jesús invita a mirar con serenidad el horizonte, porque el Reino de Dios está lle– gando siempre para los que viven sin complejos la nueva dimen– sión del evangelio de Jesucristo. Las contingencias de la vida pasan, más tarde o más temprano; Dios permanece fiel a los suyos, y esta fidelidad es eterna e inamovible. Pero esta seguridad no puede confundirse con el "pasotismo", con el cruzarse de bra– zos esperando la llegada del Señor. Hay cristianos que corren este peligro trágico. Intentando ser fieles a lo eterno descuidan la his- 169

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